Relación actividad física y salud

Hasta la segunda mitad del siglo XX no se demostró ninguna relación entre la actividad física y la salud, no se sabía a ciencia cierta si el eejercicio era beneficioso para la salud o lo contrario, relacionarlo con problemas cardiácos. Se barajaba la posibilidad de pensar en el deporte como algo malicioso a cierta edad.

En 1949 se llegó a un punto clave, un médico inglés, Jeremy Morris, empezó a estudiar de manera científica el ejercicio y su relación con la salud. Sus dos grandes estudios se basaron en la relación entre los ataques del corazón en personas con mayor o menor relación con la actividad física en su trabajo. Fueron estudios de gran repercusión que cambiaron el entender del ejercicio en base a la salud. Estos fueron sus dos grandes estudios y sus conclusiones:

- Los conductores de autobuses de dos pisos de londres (gente que pasaba su jornada sentados) sufrian el doble de ataques al corazón que los cobradores de los mismos autobuses (que subían y bajaban de autobuses durante la jornada laboral).

- Los carteros (todo el dia caminando o en bici) tenían muchos menos problemas de corazón que sus compañeros de correos sentados en las oficinas de estos.

Temperatura corporal de los mamíferos

Los mamíferos son animales capaces de regular la propia temperatura corporal en función de la temperatura ambiental, es la termo-regulación. Para mantener esta temperatura, los mamíferos se sirven de dos procesos complejos: regulación de movimientos musculares involuntarios y la activación o desactivación de ciertos procesos metabólicos según lo necesiten.
Estas son las temperaturas corporales de algunos mamíferos:

Humano: de 36,3 a 37,4
Chimpancé: de 36,3 a 37,8
Perro: de 37,5 a 39
Gato: de 37,2 a 39,5
Oveja: de 37,2 a 40,5
Cerdo: de 38 a 40
Ballena azul: de 35,6 a 35,8
Vaca: de 37 a 39,5
Canguro: de 35 a 36,5
Ratón: de 32 a 38
Gallina: de 40 a 42
Pato: de 41 a 43

Estética de la casa japonesa

Una casa japonesa tiene una estética peculiar basada en la filosofía de Lao Tse, que adoptó el budismo.
Lao tse sostenía que la verdadera belleza de una habitación residía en el espacio vacío delimitado por techo y paredes. Mantenía que la verdadera belleza no podía aparecer representada en el mundo material, tan solo de manera leve en colores y decoraciones.

En una casa japonesa se evita la decoración ostentosa, la obviedad y la exhibición en beneficio de la contención, la desnudez y el minimalismo.
A los occidentales nos llamará la atención al entrar en una casa japonesa la falta de decoración, no hay obras de arte en las paredes, ni alfombras gruesas, ni colores llamativos ni cortinas suntuosas o candelabros. La impresión de la casa es de absoluta funcionalidad. También se percibe su provisionalidad: pareces corredizas que duplican espacios de habitaciones, por la noche se sacan los conjuntos de colchon y mantas llamados futon y se despejan espacios de suelo para otros usos.

La identificación de las personas en la edad medieval

El periodo medieval representó un papel fundacional en la historia de las formas de identificar a las personas en occidente. En los siglos XI y XII se producen signos y símbolos que ayudan a relacionar a las personas con grupos sociales. Hay pocos datos de la época pero sabemos que se organizaban en grupos donde los signos de identidad de los grupos eran: escudo de armas, signos, firmas, indumentaria o sellos.

Hay pocos datos de cómo se identificaban a las personas sobretodo porque la representación precisa de las personas no era necesaria. El hecho de vivir en pequeñas comunidades facilitaba el reconocimiento de las personas cercanas.

El sello, a finales del siglo IX, fue el gran distintivo de las personas que pertenecían a ciertos grupos o clanes. Surgió de la necesidad de "hacer presente" a un sujeto que no podía acudir a un acto o lectura de un documento. El sello tenía parte escrita y parte dibujada.