- Tirar de las orejas como felicitación: las orejas han sido símbolos de larga vida y sabiduría en algunas culturas orientales y africanas. Se decía que estirar de las orejas pone de manifiesto el deseo de larga vida y adquisición de mayor sabiduría.
- Derramar la sal: si se nos cae, debemos coger una pizca y tirarla por encima de nuestro hombro izquierdo. Se dice esto porque se creía que ahí estaba el demonio esperando que renunciásemos a nuestra alma por él. Tirando la sal a la cara del diablo, lo cegamos para que nuestra alma tenga tiempo a volver a afianzarse a la mala suerte, que se ha ido por un momento al derramar la sal.
- El amarillo: da mala suerte y conduce al fracaso (sobretodo en el teatro). Esto se cree debido a que Moliére vistió de amarillo en su última obra ("el enfermo imaginario") y murió enfermo unas horas después al sentirse indispuesto en medio de la obra. Moliére, como era conocido, se llamaba en realidad Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673).
- Viernes 13: el 13 siempre ha sido un número de mal augurio (el treceavo invitado a la última cena era Judas, Loki, dios escandinavo timador y malvado también fue el invitado 13 a una cena de dioses, en el libro de las revelaciones, su capítulo 13, se explica la llegada del anticristo) y el Viernes fue el día de la muerte de Jesús. Esto combinado no puede acabar bien.
- Martes 13: tradición en España, Latinoamérica y Grecia. Viene de los griegos, que creían que el martes era dominado por el dios de la Guerra Ares, posteriormente los romanos adquirieron esa creencia y su Dios de la guerra era marte, de ahí el nombre. El 13 es el número explicado anteriormente.
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