Los Jardines de Babilonia pertenecen a las siete maravillas del mundo antiguo, fueron contruídos en el siglo VI a.C. durante el reinado de Nabucodosor II en Babel, a orillas del rio Eufrates, en Mesopotamia.
Fue un regalo de Nabucodosor II a su esposa para recordarle a la naturaleza de su tierra, diferente a las llanuras de Babilonia.
Al igual que todas las maravillas excepto la pirámide de Guiza, fue destruído, en su caso, progresivamente por el paso del tiempo y posteriormente por el rey Evemero en el 125 a.C.
Con la decadencia del imperio babilónico, los jardines colgantes se quedaron en el olvido, cuando llegó Carlomagno a la ciudad en el sigle IV a.C. los jardines ya estaban en ruinas y abandonados.
Los jardines estaban al lado del palacio del rey y tocaban al río para que los viajantes de este lo vieran, ya que estaba prohibido el desembarco en esa ciudad. En lo alto de los jardines había un gran depósito de agua para crear numerosos arroyos en estos.
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