jueves, 25 de septiembre de 2014

El suicidio cuántico

El suicidio cuántico es un experimento imaginario propuesto por Hans Moravec (investigador en robótica) en 1987 e independientemente en 1988 por Bruno Marchal. Se desarroyó por Max Tegmark en 1998.
Es una variación del experimento del gato de Schrödinguer que distingue entre la interpretación de Copenaghe y la teoría de los universos múltiples. Miraremos pues, con este experimento, el suceso desde la perspectiva del gato.

Se trata de un hombre al que le apunta un arma en la cabeza, programada con un ordenador que mide la rotación de una partícula subatómica. Cada vez que el hombre apriete el gatillo, el arma se disparará dependiente de la rotación de la partícula. En sentido horario el arma se dispara, en sentido antihorario no.

Según la interpretación de Copenaghe, existe un 50% de posibilidades que el arma se dispare, la teoría de los universos paralelos sostiene que cada acción que tomamos en la vida es diferente en cada uno de los universos en los que estamos. Después de producirse el disparo se producirán múltiples universos en los que el hombre muera, en uno, no habrá disparo. Desde el punto de vista de ese hombre, el disparo nunca llegará por lo que alcanzará la llamada "inmortalidad cuántica",


(Una manera más entendible: un hombre conectado a una máquina que lo matará si su número no sale premiado en la loteria, de todos los universos paralelos, sólo en uno sobrevivirá, y además será millonario.)

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